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Pudimos simplemente haber puesto nuestros apellidos, como se hace usualmente, sin embargo, elegimos el nombre Physalis, porque este refleja, de forma muy armĂłnica, nuestra concepciĂłn sobre la naturaleza.
Cuando el Physalis o tambiĂ©n llamado Goldenberry (fruto de oro) está maduro, su capullo protege y esconde el fruto, como si se tratara de un tesoro, una piedra preciosa o una joya magnĂfica. Con el tiempo, el capullo se seca, el tesoro es revelado bajo hilos de seda dorados y las membranas forman un fino esqueleto de inusual elegancia.
Los procesos que vive este fruto manifiestan la belleza secreta que guardan los diferentes estadios de los procesos orgánicos. Son justamente esos momentos los que queremos rescatar con nuestros diseños, a partir de una estética ornamental hacer un homenaje al eterno ciclo de vida y muerte de la naturaleza.
Como orfebres, queremos rescatar en cada una de nuestras joyas, la elegancia, la delicadeza y la belleza de este fruto tan especial y darle permanencia a los efĂmeros regalos de la naturaleza.
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